Hoy me desperté temprano, llegó mi hermana de Mar de Ajó. El día está nublado y fresco: amo esos días en los cuales las nubes tapan al cielo, lo cubren, lo sanan, lo invaden.
¿Por qué sonrío si todo allá fuera está gris?, ¿Hasta cuándo basta y hasta cuándo es "normal"?
Me siento poseída por una fuerza mayor, a veces. La chica que da a conocer mi lado oscuro no soy yo no quiero tampoco. Soy todo lo que odio, lo que a la sociedad le encantaría encarcelar en jaulas de cristal.
¿Por qué sigo acá sin hacer nada, esperando una cuerda que caiga del cielo?, ¿Cómo llegué a ser esto, hay un motivo, una razón, una "bendición", una herramienta?
Me auto castigo por errores que capaz no cometí, nadie los hizo. No quiero aceptar, entender que la vida es así, que hay días buenos y malos.
No quiero verme autodestruírme con el paso del tiempo, explotar como una bomba. Pero siempre quise cambiar.
¿No es lindo cómo los pájaros tienen el don de volar? Pueden ir a donde quieran, no dependen de un tiempo, un espacio. Son libres de toda dimensión pero más que nada de ellos mismos.
No tienen que lidiar con responsabilidades, relaciones: con nadie o nada.
Son fríos pero dulces por dentro. Se posan sobre una rama tan frágil, creyendo ser tan fuertes hasta que la rama se quiebra: no aguanta tanto poder, tanta perfección.
Sin embargo, el pájaro nunca cae porque, claro, sabe volar.
Pero nosotros, los humanos, no podemos volar y caemos, y ciertas heridas nunca sanan. Algunos, los más fuertes, se levantan al instante pero otros, no pueden o no quieren.
Es todo tan maravilloso: una canción retumbando en nuestros oídos, una brisa abrazando nuestros cuerpos, un pájaro alimentando a su pichón, un chico ayudando a una anciana, el ladrido de un perro llamando enérgicamente a su dueño, vivir. Sí, vivir ya es maravilloso. Pensar, madurar, sentir, amar, perdonar, cometer errores y darse cuenta. Todo es maravilloso pero no me alcanza o capaz mi persona no me alcanza. Nunca pedí nada material, a estas alturas ya no me importa, solo quiero sanar de esta caída. Por eso, me gustaría ser un pájaro para caer pero nunca lastimarme: es decir, ser inmune a mí misma. ¿Acaso hay alguna cura contra "mí"?
Hoy es otro día más, otro día nublado, ventoso, monótono, otro odio interno, otra máscara que me coloco todas las mañanas para fingir, otra canción más que me llega y me identifica, otra conversación más. Todo cambia, excepto yo.
Me miento a diario, fingo tanto ser una más que ya se me mezclaron los personajes.
No tengo más monólogos para criticarme, porque ya no sirvo, nada me alcanza. Todo pareciera ser diseñado a fin de auto castigo.
Pero, ¿Castigo por qué?, ¿Por querer ser distinta, por odiarme?
"No pienses tanto y viví la vida" Siempre odié esa frase. Se saltearon un detalle, yo no vivo la vida, la sufro.
Ya estoy escribiendo incoherencias pero eso es lo que soy, al fin y al cabo: Una incoherente retrovertida falsa y odiosa persona.
Hoy es domingo, un resumen de mi vida. Claro, mi vida siempre fue un domingo. Me pregunto, quién será la que está pensando ahora mismo: yo Lucía, o ella Lucía.
---
Uno de mis tantos escritos, destacando un odio interno que llevaba impreso en mí. Cargar con la presión de despertar y notar que todo sigue en su lugar, intacto como los recuerdos que no se van, se adhieren a nosotros con la necesidad de estar, aún cuando menos los necesitamos.
domingo, 27 de enero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Me causó mucha gracia el titulo: "Diario de una desdichada". Simplemente genial.
Saludos!
K
Ya pasé por acá otras veces, me parece muy interesante lo que decís y te agegué al msn porque la verdad que me parece que se podrían armar unas buenas charlas pero no se que pasó , si escrbí tu mail mal o qué, en fin , por las dudas te dejo mi mail
luchi.56@hotmail.com
besitos linda, seguí asi
Publicar un comentario